Después de renunciar a la corona, Wilhelm corre tras el coche conducido por Sara, en el que viajaban Felice y Simon. Dando como resultado la emblemática escena final de la última temporada, donde Wilhelm y Simon hacen las paces y reavivan su relación.
Finalmente, la pareja queda libre de las responsabilidades de la corona sueca y por fin pueden vivir la vida que siempre merecieron.